En el verano caluroso, las altas temperaturas son una gran amenaza para las gallinas; si no se hace un buen trabajo para prevenir el golpe de calor y mejorar el manejo de la alimentación, la producción de huevos se reducirá significativamente y la mortalidad aumentará.
1.Evitar altas temperaturas
La temperatura en el gallinero tiende a subir en verano, especialmente en las tardes calurosas, donde puede llegar a ser incómoda para las gallinas. En ese momento, podemos tomar medidas de ventilación adecuadas, como abrir ventanas, instalar ventiladores y otras maneras de reducir la temperatura en el gallinero.
2. Mantenga el gallinero seco e higiénico.
a.Limpiar el gallinero
El verano es caluroso y húmedo, propicio para la proliferación de bacterias. Por lo tanto, es necesario limpiar regularmente las heces, residuos y demás basura del gallinero para mantenerlo limpio e higiénico.
b. A prueba de humedad
En la temporada de lluvias, debemos revisar a tiempo el techo y las paredes del gallinero para evitar fugas de agua de lluvia y asegurarnos de que el interior del gallinero esté seco.
3. Medidas de gestión de la alimentación
a. Ajustar la estructura del feed
Cuando la temperatura aumenta, debido a la relativamente pequeña cantidad de energía requerida para mantener la temperatura corporal, junto con las altas temperaturas, las gallinas se sienten incómodas, por lo que la ingesta de alimento disminuye, lo que resulta en una reducción en la ingesta de proteínas para satisfacer las necesidades del período de puesta de huevos, debe ajustarse a la fórmula del alimento para permitir que las gallinas obtengan una composición de nutrientes equilibrada, de modo que la ingesta de proteínas se mantenga aproximadamente en un nivel estable.
Hay dos maneras de ajustar la formulación del alimento: la primera es reducir el contenido energético de la dieta, lo cual aumenta la ingesta de alimento de los pollos y, por lo tanto, la ingesta diaria de proteínas. La segunda es aumentar el contenido proteico de la dieta. Cuando la temperatura sube, el consumo de alimento disminuye, y para mantener la ingesta diaria de proteínas, se debe aumentar la proporción de proteína en la dieta.
En la práctica, los ajustes se pueden realizar según los siguientes principios: cuando la temperatura supera la temperatura óptima, se debe reducir la energía de la dieta entre un 1 % y un 2 % o aumentar el contenido proteico aproximadamente un 2 % por cada 1 °C de aumento de temperatura; cuando la temperatura desciende por debajo de 18 °C, se realizan ajustes en sentido contrario. Por supuesto, la reducción de energía o el aumento del contenido proteico no deben desviarse demasiado del estándar de alimentación, generalmente no más del 5 % al 10 % del rango estándar.
b. Para garantizar una ingesta adecuada de agua, nunca corte el suministro de agua.
Normalmente, a 21 °C, la cantidad de agua potable duplica la ingesta de alimentos, y en veranos calurosos puede aumentar hasta cuatro veces. Asegúrese siempre de que haya agua potable limpia en el tanque o fregadero, y desinféctelos regularmente.
c. Alimento listo para usar
Las bacterias y otros microorganismos patógenos se reproducen más rápido durante la temporada de altas temperaturas, por lo que debemos prestar atención a la higiene de los alimentos y a la alimentación ahora para evitar que se enmohezcan y se deterioren, a fin de evitar que las gallinas se enfermen y afecten la producción de huevos.
d. Agregue vitamina C al alimento o al agua de bebida.
La vitamina C tiene un buen efecto anti-estrés térmico, la cantidad general de aditivos por cada tonelada de alimento más 200-300 gramos, agua potable por cada 100 kg de agua más 15-20 gramos.
e. Adición de 0,3% de bicarbonato de sodio al alimento.
Debido a las altas temperaturas del verano, la cantidad de dióxido de carbono liberado por la respiración de las gallinas aumenta y la concentración de iones de bicarbonato en la sangre disminuye, lo que resulta en una disminución en la tasa de puesta de huevos, el adelgazamiento de las cáscaras y un aumento en la tasa de rotura. El bicarbonato de sodio puede resolver parcialmente estos problemas; se ha informado que la adición de bicarbonato de sodio puede mejorar la producción de huevos en más de 5 puntos porcentuales, la proporción de material a huevo disminuyó en un 0,2%, la tasa de rotura disminuyó entre un 1% y un 2% y puede ralentizar el proceso de declive del proceso de puesta de huevos. El uso de bicarbonato de sodio disuelto en una pequeña cantidad de agua y luego mezclar el agua con el alimento puede ser útil, pero en ese caso deberíamos considerar reducir la cantidad de sal de mesa.
4. Prevención de enfermedades
Las enfermedades graves incluyen la enfermedad de Newcastle en las gallinas, el síndrome de reducción de la postura, la enfermedad renal transmisible, la diarrea blanca en las gallinas, la enfermedad por Escherichia coli y la laringotraqueítis infecciosa, entre otras. Es fundamental realizar una buena prevención y control de enfermedades, según las características de su inicio, diagnóstico y tratamiento. Además, cuando las gallinas estén enfermas, aumente el aporte de vitaminas A, D, E y C en el alimento para mejorar la resistencia, reparar el daño en la mucosa y aumentar la absorción de calcio y fósforo.
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Hora de publicación: 12 de julio de 2024